Este fin de semana se disputó en el Polideportivo Rey Felipe VI, de Boadilla del Monte, la fase final de la XXIX Edición de la Copa S.M. la Reina de Fútbol Sala Femenino, competición de la que salió campeón el Burela FS, club al que aprovecho para felicitar como justo vencedor.

Para cualquier aficionado o aficionada al fútbol sala, entre los que me encuentro, este evento deportivo constituye un acontecimiento que sin duda merece la pena presenciar. Por lo que a mí respecta, debo decir que tuve la suerte de verlo en directo y por un momento pensé en lo que debe sentir una jugadora cuando está a punto de disputar uno de esos encuentros. A cualquiera de las que forman parte de la plantilla del Gran Canaria Teldeportivo, club al que tuve el honor de representar, esa experiencia no les será fácil de olvidar. No les será porque para un club sencillo, con un presupuesto limitado, con jugadoras que no se dedican al cien por cien a esta actividad (casi todas realizan otras actividades complementarias), volver a participar 16 años después constituye un gran logro deportivo. Clubes más potentes, en lo económico y en lo deportivo, se quedaron en el camino.

Perder no es agradable y con tanta contundencia menos, más allá de que se pueda discutir si la diferencia sobre el parqué de los dos equipos fuera tan evidente, como mostraba el marcador después del partido, pero suscribo totalmente lo que dice Gema Romero: para ellas también ha merecido la pena, ya que es un aprendizaje y para muchas, la primera participación en una competición de este nivel.

Siempre he dicho, en círculos de amistades y aficionados y me sigo reafirmando en ello, que sería un orgullo para cualquier club de las islas tener un equipo competiendo en categoría nacional, con jugadoras de cierta calidad, compromiso y sacrificio, cien por cien canarias, pero por razones de tipo personal, familiar o laboral, a día de hoy eso no es posible. Me consta porque personalmente he podido corroborarlo en este club. No obstante, hay que seguir apostando por eso, porque habrá sido otras de las cosas por las que realmente habrá merecido la pena.

Rafael Romero Quintana, presidente del Gran Canaria Teldeportivo.


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